Biografía de Empédocles

Empédocles fue un filósofo, político y sabio griego. Integra el grupo de los filósofos presocráticos. Creó la teoría de los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego para explicar el origen de las cosas. Reunió y combinó las visiones contrapuestas de los filósofos Heráclito y Parménides. Propuso que la visión se genera por el choque de los rayos de luz que emiten nuestros ojos, contra los que emanan de otra fuente de luz, por ejemplo, el sol, y de esta manera es que podemos verlos. La leyenda cuenta que se arrojó al famoso volcán Etna para tener una muerte digna de un ser divino. Fue un extraordinario orador y un habilidoso médico de su tiempo. Dispuso de un gran conocimiento sobre enfermedades y males del cuerpo que combinó con el arte de la magia y el chamanismo. Se le atribuyeron la curación de enfermedades y poderes adivinatorios.

495 a.C. (aprox.)

Nació en Agrigento o Akragas.

De su niñez trascendió muy poco, solo que su ciudad natal ostentó fama y poderío por su gobernante: el tirano Terón.

Habría nacido en el seno de una familia prestigiosa de dicha ciudad lo que le permitió el acceso a una valorada educación.

Fue jefe del ala democrática de Agrigento, hecho que por supuesto lo enfrentó a los tiranos.

Vida pública: apuesta por la democracia

Su posición social y sus saberes le permitieron ocupar diversos cargos públicos.

Cuando murió el tirano Terón, asumió el trono su hijo Trasideo, quien prontamente perdió el poder y puso fin a largos años de tiranía.

Aquí entró acción, para promover, entre los partidos políticos que defendían la democracia, el cese de los enfrentamientos y la construcción de la libertad y la igualdad política.

Fue muy popular en su tiempo por sus diversas facetas, sin embargo, sus posiciones políticas le granjearon enemigos y debió exiliarse en Peloponeso.

La teoría de los cuatro elementos

Creó la teoría de los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire; las cuatro raíces sometidas a la influencia y fuerza del amor que las une, mientras que el odio las separa. Agregó tiempo después un quinto elemento: el éter.

Antes de la aparición de Sócrates, la filosofía griega, propuso la existencia de un origen común en la naturaleza que denominó como arjé.

Muchos filósofos de este momento procuraron hallar este principio en diversos fenómenos y cuestiones naturales; algunos lo identificaron en sustancias como el agua o el aire, mientras que otros lo encontraron en la naturaleza abstracta.

Luego, Parménides, sostuvo que lo real es uno e inmutable y que la transformación es una apariencia. Por el contrario, su colega Heráclito, propuso el devenir constante, el cambio incesante.

Siguió las visiones de Parménides y Heráclito, las combinó y armonizó ambas visiones, porque consideró que explicaban perfectamente el mundo natural.

Estipuló como principio constitutivo de todas las cosas cuatro raíces: agua, tierra, aire y fuego, que se corresponden con el famoso arjé. La combinación en diferentes proporciones de estas raíces es la que produce como resultado los diferentes seres vivos y materiales que nos topamos en la realidad.

La diferencia en cantidad y proporción de las mencionadas sustancias implica la presencia de dos fuerzas cósmicas y antagónicas: el amor y el odio. El amor atrae, une los elementos, mientras que, por el contrario, el odio, separa.

Si prevalece el amor se produce una perfecta esfera, igual e infinita.

Una vez en dicha perfección empieza la acción del odio que deshace la armonía hasta lograr la separación, manifestada en el caos. Frente a él vuelve a intervenir el amor, que vuelve a unir todo de nuevo.

Amor y odio actúan de modo cíclico, produciendo orden y desorden.

Teoría de la luz

Formuló una teoría de la luz, a través de la cual intentó explicar cómo es posible la visión humana. Según él, la visión se produce porque desde nuestros ojos salen rayos de luz que se tocan con otros que emiten el resto de los objetos y así es podemos verlos.

Dicha proposición fue la más aceptada y completa de su tiempo y la que influyó en colegas posteriores para seguir avanzando en el tema y llegar a nuevas y más precisas conclusiones.

435 a.C. (aprox.)

Falleció en Sicilia. Según una de las leyendas más difundidas, se arrojó al volcán Etna con la motivación de pasar a la historia como un ser divino. Mientras que otra sostiene que, tras la celebración de un sacrificio en un campo, sus invitados, incluyendo sus discípulos, abandonaron el lugar, quedando solamente él.

Un día después, su servidumbre, aseguró escuchar una voz que los llamó y vieron una luz celestial. Tras esto, su círculo íntimo pasó a considerarlo un dios.

Por último, hay una tercera historia que dice que murió lejos de su ciudad natal, en el exilio, en el Peloponeso, por razones políticas. Tenía 60 años.


Escrito por Editorial para la Edición #18 de Enciclopedia Asigna, en 08/2011.