Biografía de Leonardo de Pisa (Fibonacci)

Tenía 80 años. Leonardo de Pisa fue un matemático italiano de enorme influencia en el Medioevo como consecuencia de sus aportes en el campo del álgebra y la geometría. Promovió el uso de los números indo-arábigos en lugar de los romanos. Lo más saliente de su contribución ha sido la descripción de la sucesión numérica, denominada en su honor sucesión de Fibonacci.

1170-1175

Habría nacido en la ciudad de Pisa, por aquel entonces era una entidad denominada República de Pisa, que existió entre los siglos XI y XV. Supo ser una potencia económica en materia comercial, cuyos comerciantes dominaron la zona del Mediterráneo, entre los siglos XI y XIII.

Su padre Guglielmo Bonacci fue justamente un comerciante que manejaba en la ciudad argelina de Bugía (un puerto mediterráneo al nordeste de Argelia) un puesto comercial; ejercía la representación de los comerciantes de Pisa en Argelia, es decir, hacía las veces de representante diplomático.

La denominación de Fibonacci se la debe precisamente a papá, ya que Fibonacci resultó de la unión de las palabras figlio de Bonacci (hijo de Bonacci).

Desde pequeño viajó con él por el norte africano y lo ayudó en el trabajo, lo que le facilitó el conocimiento temprano de la numeración árabe y sus beneficios.

Aprovechó mucho su estadía en Bugía para viajar, vincularse con comerciantes y por supuesto estudiar y comprender la matemática árabe.

1200

Regresó a Pisa y con un fantástico bagaje aprendido en materia de matemáticas y comenzó a escribir libros sobre sus diversos aprendizajes y conclusiones.

1202

Publicó la obra Liber Abaci, traducido al español de dos formas: El Libro del Ábaco, o el Libro del Cálculo, sobre aritmética, y que sin dudas fue de gran valor para el desarrollo incipiente de las matemáticas occidentales.

La propuesta madre del libro fue describir formas de hacer cálculos sin la necesidad de utilizar el ábaco.

También, abordó el tema de los números índigo-arábigos.

Este libro resultó ser de gran ayuda para quienes trabajaban en contabilidad, cambio de moneda, conversión de pesos, intereses, entre otros.

Describió la sucesión que se llamó Sucesión de Fibonacci y que inicia con los números 0 y 1 y, tomándolos como punto de partida, cada uno implica la suma de los dos que lo anteceden. Por ejemplo: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8…

1220

Editó el libro Practica Geometriae que reunió una amplia cantidad de problemas geométricos a lo largo de 8 capítulos, con teoremas basados en Euclides.

Por otro lado, ofrece información para calcular la altura de los objetos

La peculiaridad de aquellos años en los que estuvo muy activo en materia de edición de libros es que no existía la imprenta aún, que como sabemos llegó varios siglos después, en 1490, por tanto, sus libros fueron todos manuscritos, si se quería obtener una copia había que concretarla a mano. No era algo tan sencillo si lo comparamos con hoy, donde los centros de electrónica son un suceso y un éxito que abunda a en la gran ciudad.

1225

Fue recibido como huésped de Federico II de Hohenstaufen, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1220-1250), un gran interesado en la profundización de los conocimientos sobre matemáticas.

Tras ponerlo a prueba a través de problemas y desafíos matemáticos que resolvió sin problemas, el interés por la presencia de Fibonacci en la corte fue creciendo.

Editó su libro más aclamado Liber Quadratorum o Libro de los números cuadrados que aglutinó 20 proposiciones al respecto del tema y en el cual especialmente animó el uso del nuevo sistema de numeración que era mucho más funcional y sencillo que los números romanos que se utilizaban hasta ese entonces en toda Europa.

Como toda novedad, al comienzo tuvo sus detractores, en principio se creyó que habría más posibilidad de padecer un fraude a razón de facilidad de aplicación, de todas maneras, con el tiempo, se impusieron dándole la absoluta razón a Fibonacci.

1250

Falleció en Pisa. Antes de morir, el gobierno local le reconoció todos sus aportes como docente y le entregó una pensión vitalicia.

Caber destacarse que como ha sucedido con varias personalidades de la ciencia, Fibonacci, no despertó demasiado interés en un comienzo y hasta fue bastante ignorado en la edad media a pesar de la intensidad de sus conclusiones.

Un par de siglos después su legado se abrió paso nuevamente en “la carrera de las matemáticas”, y lo que vale la pena remarcar es que lo hizo con gran influencia, llegó para quedarse.


Escrito por Editorial para la Edición #108 de Enciclopedia Asigna, en 01/2022.