Es la máxima expresión de la suntuosidad y el dueño de la producción y comercialización de los bienes más codiciados por las personas, sin excepciones: relojes, joyas, champagnes, indumentaria de alta costura, perfumes y productos de coméstica de altísima calidad.
Su conglomerado de empresas interviene en las selectas industrias de vinos y licores donde destacan las tradicionales marcas de Champagnes Chandon y Dom Pérignon; en moda, con las exclusivas Louis Vuitton, Givenchy, Christian Dior, Kenzo; en perfumería y cosméticos: Guerlain; y relojes y joyas: Bvlgari, Hublot y Tag Heuer, entre los más salientes.
Crear objetos, prendas, y artículos únicos es lo que ha diferenciado a su empresa, sabiendo capitalizar como nadie en el planeta lo que las personas más acaudaladas quieren tener en sus casas y placares, porque para ellos justamente poder comprar algo en miles de dólares o euros es lo que les da el estatus de pertenencia a la clase alta.
Nació en Francia, en el año 1949.
Su padre era el dueño de una empresa constructora de obra pública cuando él nació, en tanto, cuando estuvo en capacidades de decidir la suerte del negocio familiar incentivó a su padre para que oriente la empresa hacia los bienes raíces, logrando un impresionante éxito en el rubro.
Ese cambio le permitió a la empresa crecer y expandirse fenomenalmente hasta llegar a mediados de los ochenta a comprar la que para él era la gran joya textil francesa: la marca Christian Dior.
Pero sus inversiones no se agotan en lo expuesto y también ha incursionado en otros sectores menos opulentos como la exitosa plataforma web Netflix y el hipermercado Carrefour, entre otros
De sus dos matrimonios tiene cinco hijos.