El ámbito jurídico italiano no fue el mismo nunca más luego de los aportes que realizó y que lo erigieron en uno de los máximos exponentes del derecho en su patria.
Nació en la ciudad de Lucca, en la Toscana, en el año 1805.
Se graduó y doctoró en la carrera de leyes y prontamente comenzó a dedicarse a la enseñanza de los derechos comercial y penal.
Otros de los grandes esfuerzos profesionales que efectuó fue la anulación de la pena de muerte y la aceptación de la idea que debe existir la proporcionalidad entre delito y condena, o sea, que el castigo que se le impone a una persona por haber cometido tal o cual delito debe estar en estricta relación a la magnitud de este.
En la mencionada publicación realizó una síntesis de los que a su juicio profesional deberían ser los deberes inexcusables a cumplir por parte de un abogado defensor: conocer profundamente el hecho y el derecho para asistir lo mejor posible a su defendido; empatizar con él; coraje para no abandonar la defensa a pesar de los riesgos y obstáculos que se presenten; cumplir con el secreto profesional y preservar la verdad que le haya manifestado su defendido; desplegar la actividad del mismo modo y con la misma entrega, ya sea se defienda a un rico o a un pobre; y la fidelidad a los principios en todo cuanto se efectúe en la labor.
Una declaración de principios que por supuesto tuvo la misión de enaltecer la tarea profesional de los abogados defensores.
Fue uno de los que adhirió a la iniciativa de la unión italiana y por ello es por lo que estuvo de acuerdo con la anexión del ducado de Lucca a Toscana.
En sus últimos años de vida estuvo severamente afectado por la ceguera por lo cual tuvo que abandonar su trabajo como docente.
Falleció en Lucca, en el año 1888.
Autor: Redacción Quien.NET