Francis Drake fue un destacado hombre de la marina inglesa, político, explorador de nuevas tierras, sin embargo, pasó a la historia grande por haber sido uno de los principales verdugos de las colonias españolas y también de la mismísima España en tiempos del cruento enfrentamiento que mantuvo su patria con España.
Marino y explorador inglés: héroe para sus compatriotas y un pirata para los españoles
Drake está considerado en su país como un héroe y por eso es que la Reina Isabel I lo distinguió con el título de Sir, por los servicios y los acontecimientos destacados que le brindó a su gobierno, sin embargo, para España fue un dolor de cabeza su accionar y por tanto se lo ha calificado de pirata, desprestigiándolo de la consideración que los ingleses le atribuyeron.
Nació en Inglaterra en el año 1543.
Sirvió durante la gestión de Isabel I y desde muy joven se integró a la marina.
Se cargó ricos botines, avistó por primera vez el Océano Pacífico y fue el segundo en dar la vuelta al mundo
Se le encomendaron varias misiones contras los puertos de España en la región del caribe, en tanto, en las mismas no solo se daría el gusto de avistar por primera vez al Océano Pacifico y de dar la vuelta al mundo sino también de hacerse de botines muy ricos como por ejemplo un cargamento de plata.
Tras ser honrado por la monarca de Inglaterra, a raíz de estos logros, se desempeñó como alcalde e integró el Parlamento.
Pero más allá de estos cargos políticos, Drake, continuó su labor en las aguas asestándole duros golpes a las pertenencias españolas.
Expedición Drake: desbarata la invasión de España a Inglaterra
Entre las expediciones que encabezó, se destaca especialmente la de Drake en 1587, contra España, en el marco de la guerra de su patria contra este país.
Atacó sorpresivamente a las fuerzas navales en la Bahía de Cádiz que se preparaban para invadir Inglaterra y logró una rotunda victoria que tuvo como principal consecuencia que España quedase desarmada para responder militarmente.
Falleció en plena misión, en la actual Panamá, a causa de una grave gastroenteritis, un 28 de enero de 1596, a los 53 años.
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