Para muchos compatriotas y analistas fue un héroe que demostró el amor y compromiso con su patria entregando su propia vida, mientras que para otros tantos fue el hacedor y único responsable de la derrota militar más grande que Paraguay enfrentó en su historia.
La ciudad paraguaya de Asunción lo vio nacer en el año 1827, en el seno de una familia acomodada y con un padre, Carlos Antonio López, que lo antecedió en la presidencia de la Nación, y de quien de algún modo "heredó" el puesto y la pasión por la política.
Por otro lado, su padre le delegó la representación en el exterior y realizó un largo periplo por Europa para que las naciones europeas reconocieran la independencia paraguaya y el gobierno de López.
Cuando su padre fallece en 1862 el Congreso lo elige para que ocupe el cargo de presidente de la nación.
Orientó su gestión a consolidar los cambios y mejoras impulsados por su papá.
En respuesta a este acto desafiante, Paraguay, capturó un buque brasileño en uno de sus puertos y además tomó prisionero al gobernador de Matto Grosso.
Y cuando descubrió que la neutralidad argentina no era tal porque apoyaba con diversas acciones al enemigo, también le declaró la guerra a esta.
Por otra parte, no se puede soslayar su intervención en 1859, unos años antes de convertirse en presidente, en el acercamiento entre Justo José de Urquiza y Bartolomé Mitre, enfrentados por la causa federal y unitaria, respectivamente, y que culminó con el Pacto San José de Flores.
Mantuvo una intensa amistad con Urquiza que permitió dicha mediación.
Autor: Redacción Quien.NET