Grace Marks fue una empleada doméstica irlandesa cuya vida se convertiría en un mito como consecuencia de haber sido condenada por el asesinato de su patrón.
A partir de ese momento esta mujer se convertiría en un verdadero mito y enigma ya que siempre hubo dudas respecto de su intervención en el plan asesino, si realmente fue la autora, o fue usada.
De todos modos, la justicia la halló culpable del crimen porque ella jamás afirmó su inocencia y las pruebas encontradas en su contra eran irrefutables; fue sentenciada a muerte junto con McDermott.
Solamente declaró ante la justicia que McDermott le pidió ayuda y que cuando ella quiso abandonar la casa él le disparó.
Por el contrario, McDermott, sostuvo todo el tiempo que fue Marks quien lo incitó a cometer los crímenes en conjunto.
Tenía tan solo 16 años cuando habría cometido los crímenes.
Ahora bien, ella corrió mejor suerte, ya que McDermott seria ahorcado mientras que Marks, tras un paso por el manicomio, recibiría una reducción de pena a cadena perpetua, y luego de cumplir tres décadas en prisión sería librada.
Una vez en libertad se supo poco y nada de ella, que se habría ido a vivir a Nueva York, y que falleció en el año 1873.
Su nacimiento se produjo en el año 1828 y fue criada en la provincia irlandesa de Ulster, en el seno de una familia numerosa, pobre, y con un padre alcohólico y violento.
En la década del cuarenta, la familia decide emigrar a Canadá pero antes de llegar los tocará la tragedia ya que la madre de Grace muere en pleno viaje.
Al llegar a Canadá su padre la obligó a trabajar como empleada doméstica en la hacienda de Kinnear.
La novela de la autora canadiense Margaret Atwood, El cuento de la criada, se estrenó como serie en el 2017 con el título de Alias Grace, en la cadena CBS y también puede verse por Netflix.