Fue uno de los políticos más influyentes de la Argentina durante el siglo XX y uno de los líderes emblemáticos de la Unión Cívica Radical (UCR).
Para los radicales es sin duda alguna un prócer ya que fue el primer radical en convertirse en presidente de la nación, y en dos ocasiones: (1916-1922 y 1928-1930)
Nacido en Buenos Aires, en julio de año 1852, fue sobrino del fundador de la UCR, Leando N. Alem, situación que por supuesto influyó en su adhesión al partido y en su futuro político.
Fue electo diputado por Buenos Aires en dos períodos: 1878-1880 y 1880-1882.
Compaginó su actividad política con su trabajo como docente.
Se lo recuerda por su posición abstencionista frente al fraude electoral sistemático, y cuando en 1910 las condiciones estuvieron dadas, negoció con el presidente Roque Sáenz Peña, que encabezada el ala más moderna del PAN, una ley electoral que erradicase el fraude.
Desarrolló una gestión volcada al nacionalismo que se evidenció con la decisión de controlar la gestión de transporte y la creación de la empresa petrolera estatal YPF.
Ganó cómodamente las elecciones al candidato que presentó la UCR anti Yrigoyenista, sin embargo, un año después, en 1929, el crac financiero mundial complicó el panorama económico argentino que terminó por debilitar su gobierno.
Por otra parte, una serie de huelgas que se desarrollaron en su gestión, que culminaron con muertos, y que se conoció como semana trágica, le reportó grandes cuestionamientos.
Tres años después, en 1933, falleció a los 80 años.
Su entierro sorprendió y emocionó por la masividad, convirtiéndose en uno de las manifestaciones políticas más recordadas de la historia.