Para algunos fue un absoluto maestro que desarrolló un original y efectivo método, devenido en “religión”, para curar los males psíquicos que impiden la felicidad: Cientología; mientras que para otros fue un embustero que gracias a un marketing atractivo y destinado a seducir a las almas tristes y millonarias se convirtió en millonario.
De acuerdo a las biografías autorizadas que tienden a enaltecer su figura casi al plano de la deidad se interesó desde temprana edad en física nuclear, fue un novel y premiado scout, organizó expediciones a islas remotas, fue un pionero de la aviación, un autor que engalanó la ficción popular norteamericana, y un valiente oficial de corbetas en la Segunda Guerra Mundial, entre otras proezas que le atribuyen.
Mientras que estas mismas biografías reconocen que su aporte más relevante fue haber creado un método de cura de la mente humana afectada por los sentimientos reprimidos y las malas experiencias, y ser uno de los autores más vendidos de la historia.
Lo cierto es que hay quienes lo idolatran, tal es el caso de las mega celebridades Tom Cruise y John Travolta, entre otros famosos de Hollywood, donde su método caló hondo y logró fieles adeptos y aportantes de suculentos millones a su causa.
Las personas más cercanas a su vida como sus dos primeras esposas y alguno de sus descendientes lo han acusado de violencia y de ser un adicto a las drogas y al alcohol.
En tanto, una de las acusaciones más graves que enfrentó fue la de haber discriminado e inducido al suicidio, con su desprecio, a su propio hijo Quentin, por su presunta condición de homosexual.
Si tuviésemos que evaluarlo estrictamente por su particular creación debemos decir que fue sumamente exitoso ya que la Cientología se instaló en el mundo entero a través de miles de centros e iglesias, y a su muerte en 1986, se estima que dejó una millonaria fortuna que ascendía a los 640 millones de dólares.