Hoy ya no resulta ser una novedad que alguien famoso se confiese abiertamente gay a través de los medios de comunicación, sin embargo, si esa confesión procede de un dirigente político de renombre y trayectoria, en un contexto como la política donde lamentablemente la hipocresía sigue a la orden del día y dominando la escena, sí es inédito.
Porque a pesar que las sociedades hemos avanzado notablemente en materia de concesión y reconocimiento de derechos e igualdad a las minorías, en algunos sectores y ámbitos se sigue actuando y pensando como si estuviésemos aún en el medioevo.
Por todo lo dicho es que la honestidad del flamante gobernador electo por el estado de Colorado respecto de su condición de homosexual, en plena campaña electoral para la gobernación del estado, no dejó de ser una sorpresa para propios y ajenos.
Derrotó al republicano Walker Stapleton.
Detrás de esta historia personal hay un hombre con una larga carrera política y una vida privada ordinaria, con la excepción que ama a un hombre y decidió formar con él una familia con dos niños.
Oriundo de Colorado, donde nació en 1975, se desempeñó como legislador estatal e integró entre 2000 y 2007 la junta educativa de Colorado.
Estudió en Princeton la carrera de política y admitió que en la universidad apareció su vocación.
En materia de rumbo político no habrá demasiados cambios en el estado ya que sucederá a otro demócrata.
Mientras que en materia de gestión apuntará a ampliar la cobertura en salud, aumentará el control de posesión de armas, y hará una mayor inversión en energías renovables.