Pocas personas despiertan en la República Argentina tanta repugnancia y rechazo como él, siendo unánime el consenso respecto que se trató de uno de los personajes más nefastos que ocupó la presidencia de la Nación.
Se lo ha considerado siempre el líder de la dictadura y del ejército por aquel tiempo, junto a Emilio Massera (Armada) y Orlando Agosti (Fuerza Aérea), con quienes compartió decisiones y cometió delitos de lesa humanidad gravísimos como ser la aplicación de un plan sistemático de desaparición de opositores.
Por otra parte, se apropiaron y dieron en adopción a niños que nacieron en cautiverio, este fue otro de los aberrantes delitos de lesa humanidad por el que fue acusado y juzgado tras la restauración de la democracia.
Nació en 1925, en la localidad bonaerense de Mercedes, y desarrolló una larga carrera en el ejército que superó todos los grados hasta llegar al de Comandante en jefe del Ejército cuando la presidenta Isabel Perón lo designó como tal en 1975.
Un año después, en 1976, encabezó el golpe de estado que depuso a la presidenta Perón de su cargo.
En 1990, movido por el temor a una rebelión militar y con una presunta misión de pacificar y amigar a la nación, Menem, lo indultó.
Hacia finales de la década del noventa un nuevo fallo judicial lo devolvió a la prisión donde permaneció detenido hasta su fallecimiento, en 2013, a los 87 años.
Respecto de su muerte se suscitaron posteriormente algunas polémicas al trascender información que sugirió que el ex dictador no fue adecuadamente atendido de las consecuencias de una caída que sufrió en el penal y que habrían sido ellas las que anticiparon su muerte.