Es un asesino emblemático que se ganó un lugar de privilegio entre los criminales más irracionales de la historia de la humanidad.
En esas de las tantas paradojas que tiene la vida, él que se había convertido en los últimos años de su vida en un símbolo de la paz, la concordia, y el amor, fue brutalmente asesinado de varios disparos en la puerta de su casa en Nueva York, en manos de una persona captada por la locura, el ansia de matar, y el odio.
Reconoció haber pasado una dura infancia, con un padre agresivo y abusador, y siendo objeto recurrente de acoso escolar.
A comienzos de los setenta su vida personal encontró estabilidad emocional con su conversión al cristianismo, un trabajo que le gustaba y una novia que amaba, sin embargo, hacia finales de dicha década regresaron los fantasmas y las obsesiones e intentó suicidarse luego que su pareja lo abandonó.
A pesar que realizó un tratamiento psiquiátrico en 1980, empezó a circular por su mente la idea de matar a su ídolo John Lennon y así es que consiguió un arma y lo esperó en la puerta de su departamento en Nueva York para concretar el plan asesino.
Un fotógrafo que estaba también en la entrada del edificio tomó una fotografía de ese momento, que unas horas más tarde se volvería histórico: Lennon firmándole un autógrafo a su asesino.
Fue arrestado en el lugar del crimen a los pocos minutos y se reconoció culpable del mismo.
Fue sentenciado en 1981 a una condena de 20 años a cadena perpetua.
Yoko Ono ha expresado en varias ocasiones que no está a favor de la libertad de Chapman.
Autor: Redacción Quien.NET