La Princesa Beatriz de York es una de las nietas de la reina inglesa Isabel II, primogénita de su hijo Andrés y su ex esposa Sarah Ferguson, de quienes precisamente heredó la denominación por ser los duques de York.
Podría decirse que hasta el momento este es el único hito en la historia de esta princesa quien pasa sus días siendo más cuestionada que admirada.
Graduada en la carrera de Historia de Arte, Beatriz, trabajó una temporada en la empresa Sony, pero luego de poco tiempo renunció y se dedicó a viajar por el mundo, hacer shopping, y frecuentarse con las celebrities en cuanta fiesta se presenta.
La monarquía inglesa que brega por el bajo perfil y por mostrar una familia orientada al servicio de las causas nobles y al trabajo no estaría logrando encauzar a Beatriz en ese objetivo.
Con la intención de achicar gastos la reina se propuso limitar las erogaciones de su familia y una de sus “víctimas” ha sido Beatriz, quien no solamente no goza del dinero del erario público sino que también ha quedado bastante relegada en cuanto a participación en actos oficiales respecto de por ejemplo Catalina de Cambridge, esposa de su primo Guillermo y futuro rey de Inglaterra.
Su padre Andrés, recientemente, le ha cuestionado esta situación a su madre y le pidió que sus dos hijas cumplan más funciones dentro de la familia, que cuenten con los fondos reales que se destinan a otros miembros, y que se les permita vivir en el Palacio de Kensington.
Pero la monarca decidió trasladarle el problema a su heredero Carlos quien vetó el pedido de su hermano.
Los padres de Beatriz se divorciaron cuando la princesa tenía 8 años.
Tiene una hermana menor, Eugenia, dueña de un perfil más bajo.
Estuvo varios años de novia con un ejecutivo de la empresa Virgin Galactic, Dave Clark.