Biografía de Saint-Simon

Tenía 64 años. Henri de Saint-Simon fue un intelectual francés precursor del socialismo y representante de la corriente denominada socialismo utópico. Promotor del Positivismo y fundador de la Fisiología Social. Sentó las bases de la Sociología. Postuló a la sociedad industrial como garante y motor del progreso y desdeñó a todas las clases sociales ociosas y no productivas que vivían del trabajo ajeno. Sostuvo que la economía debía prevalecer por sobre la política y el estado. Todo debía someterse a la industria pujante, que, desde su mirada, era la única capaz de liberar al mundo del retraso. Participó en los movimientos revolucionarios de su tiempo. En su juventud peleó en el bando franco estadounidense de la Guerra por la Independencia de Estados Unidos. Apoyó e impulsó la Revolución Francesa. La llegada del terror lo alejó del movimiento progresivamente. Tras su muerte, y sobre sus trabajos, surgió el sansimonismo, difundido por sus discípulos, considerado el primer antecedente práctico del socialismo.

17/10/1760

Nació en París, en el seno de una familia perteneciente a la nobleza que le legó el título de conde. Por parte de su padre, Balthazar-Henri, habría sido descendiente directo de Carlomagno, el poderoso Rey de los Francos durante el siglo VIII.

Estudió con D’Alembert, el prestigioso matemático y filósofo de la Ilustración que pasó a la historia por editar La Enciclopedia junto a Diderot. Para la humanidad, dicha obra está considerada como “la biblia” del movimiento ilustrado porque reunió gran parte del saber alumbrado durante aquel proceso histórico.

1777

Fue voluntario, durante su juventud, en la guerra de la independencia de los Estados Unidos. Peleó en el bando que defendió la libertad de la industria, bajo las órdenes del marqués de La Fayette.

1782

Intervino en la batalla de Yorktown y fue tomado prisionero por los británicos quienes lo deportaron a Jamaica donde permaneció un año.

1783

Regresó a Francia y estudió hidráulica a ingeniería, en el prestigioso École de Mézières.

1789

Abrazó los ideales revolucionarios que empezaban a gestarse en su patria tras la crisis del Antiguo Régimen Monárquico, y adhirió de inmediato a los ideales propuestos: fraternidad, libertad e igualdad.

Durante el transcurso de la Revolución Francesa renunció a su título de Conde.

En la primera parte del proceso la apoyó, sin embargo, la llegada del terror en manos de la facción más extremista de los revolucionarios, lo desilusionó.

Aprovechó la inestabilidad económica que produjo la Revolución y realizó algunas inversiones que mejoraron notablemente su situación económica, sin embargo, su socio comercial robó casi toda su fortuna.

1794

Fue liberado tras pasar un tiempo detenido por haber sido acusado de desplegar maniobras especulativas. Entre otras acciones se lo acusó de haber querido comprar la Catedral de Notre Dame.

A partir de este momento se dedicó por completo al estudio y la investigación social, política y económica.

Padre de la sociología, o de la Fisiología Social, como se la denominó primeramente a la disciplina.

Promotor del positivismo, consideró que los únicos capaces de gobernar y de cambiar el rumbo social eran los científicos, y por caso, debía haber una alianza entre ciencia y política.

Propuso una profunda reforma social, política y económica en la cual los científicos detenten el poder.

Por otra parte, sugirió que Europa debía constituirse con el formato de federación y ser gestionada por instituciones comunes porque este sistema permitiría mejorar la economía.

19/05/1825

Falleció en París, en la más profunda miseria, a los 64 años. Estuvo casado con la autora, dramaturga y compositora de música clásica francesa, Sophie de Bawr.

Post-Mortem

Nació el sansimonismo. Sus discípulos recogieron y difundieron su ideario que se popularizó tras su fallecimiento como “sansimonismo”, un movimiento político que surgió inmediatamente después de su muerte y que fue el primer antecedente práctico del socialismo, incluso, sus alcances trascendieron las fronteras europeas.

Los sansimonianos promovieron la abolición del derecho a la herencia, los derechos de la mujer y la redistribución de la riqueza. La gran novedad estuvo justamente en el hecho que aglutinó muchas mujeres entre sus principales dirigentes.

Se publicó su obra póstuma: El Nuevo Cristianismo, una síntesis de todas sus ideas políticas, sociales y económicas.

El eje fue la proposición de la creación de un nuevo cristianismo que fuese la base ideológica y moral de la nueva sociedad industrial que proponía crear.

Entre sus alumnos más famosos se cuentan a Auguste Comte, el padre formal de la sociología.


Escrito por Editorial para la Edición #116 de Enciclopedia Asigna, en 09/2022.